Sexo es mucho más que Coito
En la escuela y en el trabajo, nos enseñaron que, la medida del éxito, está en el cumplir metas y objetivos. Y al crecer, sin darnos cuenta, aplicamos estos mismos criterios a la vida sexual. Entonces, la meta es el coito y el objetivo el orgasmo. Por ende, si no los logramos, entonces fracasamos.
Se llama coito o cópula, a la introducción del pene en la vagina o el ano. En nuestra cultura “falocéntrica” (centrada en el funcionamiento del pene), gran parte de la autoestima masculina, lamentablemente, se asocia a la llamada potencia sexual. Esto produce una exigencia importante para los hombres porque, para algunos, es suficiente con que una o dos veces no logren una erección que permita el coito, para que aparezcan los cuestionamientos, la autocrítica y el temor a ser rechazados por su pareja. Para estos hombres, de ahí a una disfunción sexual, hay pocos pasos.
La idea de que todo encuentro sexual debería terminar en coito, empobrece la vida sexual ya que no considera que en el sexo, si existiera alguna meta, esta sería el placer, el despertar de los sentidos y la conexión emocional con el otro. Vivir la actividad sexual desde la exigencia de la mera penetración, convierte al sexo en un trabajo más, o sea, otro factor de estrés. En cambio, explorar todas las otras posibilidades de actividad sexual, nos enriquece y nos conecta más con el goce que todos nos merecemos.
Psicóloga Clínica
Centro Chileno de Sexualidad