La Importancia de Conocer tu Cuerpo

“Hoy no… estoy en esos días”, “Ando triste, no tengo ganas”, “Las hormonas me tienen vuelta loca”, “Con el embarazo, tengo ganas todo el día”, “¿Multiorgasmos?… yo no” “¿El clítoris?… 

La sexualidad femenina es altamente compleja. Si consideramos las hormonas, los ciclos menstruales, embarazos, postpartos, lactancia y la famosa menopausia, nos damos cuenta que, como mujeres, la biología nos ha puesto varios retos por delante para vivir nuestra sexualidad.

Si bien la sexualidad se vivencia en todo el cuerpo, son los genitales en donde esta cobra mayor significado. Además de los factores culturales, sociales y religiosos, por razones anatómicas – a diferencia de los hombres- a las mujeres se nos hace muy difícil observar nuestra zona genital, la cual permanece prácticamente oculta. Y esto se debe a que los genitales femeninos se dividen en dos categorías: internos y externos.

Los  genitales internos son: vagina, útero, cérvix, trompas de Falopio y ovarios. A estos órganos internos no podemos acceder a través de la observación, por lo que se hace necesario un examen ginecológico.

Lo que si vamos a poder observar con la ayuda de un espejo, son los genitales externos, que están compuestos por: vulva, labios mayores, labios menores, introito de la vagina y el clítoris.

En la vulva se encuentran todas las estructuras de los genitales femeninos externos. Limita por arriba con el monte de Venus, por debajo con el ano y, por fuera, con la cara interna de ambos muslos.

Los labios mayores son dos estructuras que limitan la vulva por fuera. Están recubiertos por piel similar a la del resto del cuerpo y son los que le confieren su forma ovalada típica, porque en la parte superior, se unen por encima del capuchón del clítoris y en la parte inferior, se unen en el perineo.

Luego están los labios menores. Estos se localizan dentro de los labios mayores y rodean el introito vaginal. En la mujer que no ha parido, cubren por completo el introito y protegen la entrada de vagina y el orificio de la uretra. Luego de varios partos, los labios se mantienen separados y permiten ver el introito vaginal.

¿Qué es el introito? Es el orificio de la vagina y en su parte anterior se encuentra la uretra, que es el conducto que transporta la orina desde la vejiga hacia el exterior. A ambos lados tiene unos conductos diminutos, que no son visibles a simple vista ¿Su función? Ahí se alojan las glándulas que nos lubricarán durante el coito.

Finalmente, en la parte superior de los labios menores nos encontramos con el clítoris ¿Sabías que está formado por los mismos tejidos del pene y que, en su mayor parte, funciona igual que éste? Una de las diferencias es que la uretra de la mujer no pasa a través del cuerpo del clítoris. Si bien es muy complejo y especializado, tiene un sólo propósito… darle placer sexual a la mujer. Mide en promedio 10 a 13 cm, estando en su mayoría oculto quedando sólo una pequeña porción del glande a la vista.

Como ves, los genitales femeninos son un mundo en sí mismos. Todo conocimiento empieza por casa. Te invito a explorarlos, a aventurarte en el intrincado mundo de la sexualidad femenina y a profundizar en el conocimiento de tí misma para disfrutar en plenitud.

Alejandra Rubio

Psicóloga Clínica

Centro Chileno de Sexualidad